Aunque debería celebrarse todo el año, cada 21 de octubre, el planeta celebra este día para que tomemos conciencia sobre la importancia del ahorro de energía, incentivando cambios en nuestros hábitos de consumo.
El consumo de energía implica el uso de recursos naturales, recursos derivados, sobre todo, de combustibles fósiles, como el carbón o el petróleo, que son limitados en nuestro planeta, y cuya extracción supone un elevado costo, no solo económico, sino también ambiental. A lo que tenemos que añadir el propio consumo energético que se lleva a cabo en la vida cotidiana, un hecho que nos obliga a hacer un uso racional de la energía y concienciar a la población de los beneficios del ahorro de energía y los límistes de ésta.
El cuidado de nuestro planeta se ha convertido en un reto para todos. El cambio climático es un hecho, y debemos apostar por una forma de producir energía sostenible y segura, para poder reducir las emisiones de gases de efectos invernadero. De hecho, durante la Cumbre sobre la Acción Climática de 2019, 77 países y más de 100 ciudades, se comprometieron a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a cero para 2050. Un proceso de descarbonización energética que ha llevado a las energías renovables a ocupar un lugar protagonista de la energía mundial y entre ellas, con especial importancia, la energía solar.
¿Qué podemos hacer?
El sector de la energía es responsable de más de dos tercios de las emisiones mundiales. Para poder cumplir con los compromisos mundiales por el clima, la industria y los gobiernos deben tomar medidas para asegurar que esas emisiones alcancen su punto máximo lo antes posible y luego trabajar duro para reducirlas drásticamente. Pero para todo ello se necesita un fuerte respaldo político que haga posible la inversión en las tecnologías y hacer que éstas sean más competitivas. La situación exige una gran coalición decidida a tomar medidas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.
Los edificios en Europa consumen el 45% de la energía, si queremos lograr un ahorro de energía, es nuestro deber apostar por edificios sostenibles. Recientemente la Unión Europea aprobó una normativa que obligará, a partir de 2021, a que todos los edificios de obra nueva o rehabilitados sean eficientes energéticamente y, en el caso de obra nueva, disponer de energía renovable. España ha respaldado la instalación de energías renovables.
El reto del ahorro energético es un desafío para todos, pero nos estamos jugando mucho. Es nuestro deber deja un planeta mejor para futuras generaciones. Pásate a las renovables.