Una instalación fotovoltaica es un sistema que convierte la luz solar en electricidad mediante paneles solares. Los paneles están compuestos por células fotovoltaicas que capturan la energía del sol y la transforman en corriente continua (CC). Esta corriente pasa por un inversor que la convierte en corriente alterna (CA), la cual es la forma de electricidad que usamos en nuestros hogares.

El ahorro depende de varios factores, como el tamaño de la instalación, el consumo energético de tu hogar y la cantidad de sol que recibe tu vivienda. Sin embargo, muchos de nuestros clientes logran reducir su factura eléctrica hasta en un 70% e incluso alcanzar el 100% de autosuficiencia energética en ciertos momentos del año.

Sí, las instalaciones fotovoltaicas pueden adaptarse a la mayoría de las viviendas, incluidas casas unifamiliares y comunidades de vecinos. Antes de proceder, realizamos un estudio de viabilidad para determinar el mejor lugar para la instalación, teniendo en cuenta factores como la orientación y la inclinación del tejado, así como las sombras que puedan afectar.

Los paneles solares requieren muy poco mantenimiento. Básicamente, se recomienda una limpieza periódica para garantizar que la superficie de los paneles no esté cubierta de polvo o suciedad que pueda reducir su eficiencia. Además, ofrecemos un servicio de mantenimiento para asegurarnos de que tu sistema funcione de manera óptima durante todo el año.

El proceso completo, desde el estudio inicial hasta la puesta en marcha del sistema, suele tardar entre 2 y 4 semanas. La instalación propiamente dicha de los paneles y el equipo asociado en tu vivienda puede durar entre 1 y 3 días, dependiendo del tamaño del sistema.

Los paneles solares siguen generando electricidad en días nublados, aunque en menor cantidad. Durante estos días, la instalación puede complementarse con la electricidad de la red o, si tienes un sistema de almacenamiento (batería), utilizar la energía acumulada durante los días soleados.

Los paneles solares tienen una vida útil de entre 25 y 30 años. Además, la mayoría de los fabricantes ofrecen garantías de rendimiento de al menos 25 años, lo que asegura que los paneles seguirán funcionando con una eficiencia óptima durante todo ese tiempo.

Instalar paneles solares suele incrementar el valor de la propiedad. Los compradores valoran cada vez más las viviendas que cuentan con soluciones energéticas sostenibles, ya que ofrecen un ahorro considerable en el costo de la energía a largo plazo y contribuyen a la sostenibilidad.